sábado, julio 2

no es solo handball, sino un estilo de vida.

Puede ser que no sea una bailarina clásica tan delicada como la seda o que no sea una cantante que deleitan los oídos de cualquiera. Puede ser que mis dedos no toquen perfectamente los acordes de una guitarra o que mis actuaciones no reciban los aplausos de cientos de personas en un teatro. Puede ser que necesite esa sensación única al entrar a la cancha, llorar, perseverar, perder, ganar pero siempre seguir jugando, sentirme completa con una camiseta y una pelota en mano. Puede ser que esa sea mi pasión, tomar la pelota y llevarme el mundo por delante.