viernes, junio 28


Yo fui quien huyó lejos, pero esto de la distancia no me gusta para nada. No te extraño, tengo que aclararlo. Si tuviera que extrañarte, extrañaría a esa persona que conocía, la que me inspiraba confianza, amor. Es que para serte sincera, ya no se quién sos.
No, ya no lo hago. Ya no lloro por verte lejos de mi vida. Lloro por la gran desilusión que me diste, la que volves a regalarme todos los días.
Lloró de la impotencia, de sentir que nunca te conocí. Y si yo no te conozco, ¿Quién te conoce?Nadie . Todos. A lo mejor todos siempre te vieron como yo lo hago ahora. A lo mejor yo nunca quise darme cuenta.
Te juro que en mis adentros te insulto, te critico. Lo hago más que nunca, y duele saber que no me equivoco. Duele recordar que fuiste vos quien un día me dio la razón, que dijiste que eras un monstruo. Ahora parece que todo era una mentira, que te burlaste en mi cara. Que nunca lo reconociste, que nunca aceptaste tus errores.
Creo que la mentira era para vos una forma de no dejarme ir, o mejor dicho, de recuperarme.
Me cuestiono todo, nuestras charlas, nuestro pasado y nuestro futuro. Y todo gira en torno del orgullo.
Me cuestiono mis ganas de besarte, cuando te dije que todo había terminado. Y sin embargo escape igual, me aleje de vos y no me arrepiento porque, la verdad, ya todo me importa una mierda.
No puedo entender como me encantabas, ¿ Tanto te puede controlar la estupidez?. Conmigo si pudo, conmigo jugó por mucho tiempo. Con vos seguirá jugando, hasta consumirte.
Siento que alejarme fue lo correcto. Me da miedo que sigas así. Todavía te quiero un poco.
 Me da miedo que no puedas cambiar, que vos solo te destruyas. No, no lo hagas por mi, ni por nosotros. Cambia para demostrarnos a todos que estamos equivocados.
No me arrepiento de nada, y aún así me siento destruida,  me siento débil. Te necesito al lado mio, pero no necesito a esta persona hipócrita y egocéntrica.
  Necesito a aquel que sólo quería el bien para los demás . ¿O esa persona nunca existió? A lo mejor fue un papel que encarnaste, preso de la mentira.
Tengo que estar a tu lado, ayudarte. Sé que juntos podemos hacerlo. Hacer que cambies, hacer que te amen.
Por momentos, en esos momentos en los que estoy en soledad, tengo ganas de hablarte, de que sepas que no todo esta perdido. Pero en esos momentos en los que te veo, no puedo sentir más que  odio.
Los rayos de sol rozaban su piel y  las lágrimas recorrían el camino de sus mejillas, como si conocieran el recorrido de memoria. Había escapado del tema con agilidad por mucho tiempo, y lo había echo con destreza, sin errores. Y en tan pocos segundos esa barrera que había podido construir tan bien, se había derrumbado y el problema salió a la luz otra vez. Eran las mismas preguntas y los mismos miedos, además de nuevas decepciones. Era la soledad, que la ataca de nuevo y le demostraba cuan débil era.

domingo, junio 16

En pocas palabras . . .


Solo recurro a las palabras cuando la vida me golpea o cuando me saca una sonrisa. El resto del tiempo me olvido de ellas, y no permito que salgan a vivir. A pesar de eso, siguen siendo leales y hacen que pueda expresarme sin esfuerzos, con total certeza.
Y cuando los días pierden su sabor y las noches atacan para hacerme llorar, es cuando recuerdo que las tengo a ellas para desahogar mis penas. Cuando la persona mas importante para mi me abandona y las demás son incapaces de escucharme, son ellas las que me acompañan y me sacan de la soledad.
Cuando la vida no sabe con que mas atacar, ellas me hacen ver lo fuerte que puedo llegar a ser, especialmente cuando todo alrededor estalla.