domingo, febrero 5


No me importaba si pasaba toda mi vida soñando, había comenzado a hacerlo simplemente para tener un poco de esperanzas y estaba funcionando. ¿ Que tenía de malo soñar con finales felices y príncipes azules? Al fin y al cabo solamente era soñar, imaginarse e inventar. Sabía que no tenía nada que ver con la realidad , pero parecía el único escape al desmoronamiento. Podía soñar con lo que querría por mas imposible que pareciera y me conformaba. Pero entendí que no solo se trataba de soñar con lo que quería, sino también de llevarlo a cabo. Llegue a la conclusión de que los sueños solo existen para hacerlos realidad, si no no existirían. Que siempre que sueñas, tienes esperanzas de que las cosas pueden llegar a suceder. Que  la vida se trataba de soñar y cumplir. Que despreciamos mucho tiempo en cosas sin sentido, y soñar es vivir.